viernes, 30 de septiembre de 2011

Republicanos españoles en la Resistencia francesa

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La liberación de París consistió en la entrada de los aliados en la ciudad, pero la batalla había comenzado con una sublevación de la Resistencia Francesa en la ciudad, a la que después se unió la División Leclerc, donde participaron muy activamente muchos republicanos españoles, tanto en la resistencia como en las tropas de la División Leclerc, hasta el punto de que las primeras unidades militares que entraron en Paris estaban compuestas por antiguos miembros del Ejército Popular Republicano, destacando por méritos propios el minero asturiano de Gozón, CRISTINO GARCIA GRANDA…
” La aportación de los exiliados republicanos españoles a la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial fue “unica” y debería ser reconocida públicamente. A pesar de las condiciones de acogida miserables, muchos se integraron en la resistencia y participaron muy activamente en la liberación de Francia”.
( Denis PESCHANSKI, Director del Centro Nacional de Investigación Científica de la República Francesa, el año 2.009
En mis varias visitas a la minería francesa -Carmaux, Albi, Tarbes, Ales, Toulouse, Nimes, Perpigñan y otros -, siempre me había llamado la atención las placas colocadas en los pueblos de la región del Mediodía – Pirineos como recuerdo de los luchadores republicanos españoles muertos por defender la nación francesa. Sin embargo, al hilo de las afirmaciones del insigne investigador francés, PESCHANSKI, comenzaré manifestando que, en efecto, existen muchos mitos y controversias referidas a la Resistencia Francesa durante la Segunda Guerra Mundial, donde la participación española ha sido tapada durante mucho tiempo, tratando de ignorarla para convertir a los franceses en los luchadores indiscutibles, y siendo cierto  que la línea “oficial” atribuye una gran significación a la difusión por radio de la llamada de Charles DE GAULLE el 18 de junio de 1.940, animando, desde su exilio londinense, al pueblo francés a continuar la lucha contra los nazis, no es menos cierto que fue LA RESISTENCIA interior - el Maquis francés -, donde se organizaron miles de luchadores republicanos españoles, la que llevó a cabo las acciones más arriesgadas y determinantes para rescatar a sangre y fuego al pueblo francés de las garras de Hitler y sus colaboradores del gobierno de Vichy, presidido por el mariscal Pétain. De hecho, cuando De Gaulle regresa de su exilio voluntario para darse un baño de masas en la Avenida de los Campos Eliseos de París el 26 de agosto de 1.944, en el desfile de la liberación, los cuatro vehículos militares que le acompañaban eran todos de LA NUEVE, la 9ª Compañía de la 2ª División Blindada del Ejército de la Francia Libre – División LECLERC -, compuesta en su inmensa mayoría por republicanos españoles, hasta el punto de que, cuando los civíles se lanzaron a las calles cantando La Marsellesa quedaban sorprendidos al constatar que los primeros soldados liberadores eran todos españoles, los cuales desfilaban llevando en sus estandartes los colores de la II República española.

Grupo de maquis en La Trésoriere preparando con las tropas canadienses el ataque sobre la ciudad de Boulogne el 14 de agosto de 1.944. El uso de la boina, prenda común usada en el mundo rural francés de entonces y llamada boina vasca, fue uno de los símbolos distintivos de los maquis franceses, a la vez que era empleada para confundirse entre la población civil ( Archivos del Departamento Nacional de la Defensa de CANADA).
Es un hecho muy poco sabido que más de 60.000 exiliados españoles lucharon junto a la resistencia francesa, además de otros millares que desempeñaron toda clase de servicios en las fuerzas regulares del ejército libre francés, y para ellos la lucha armada contra el fascismo no había comenzado el 18 de junio de 1940 sino el 17 de julio de 1.936 en España - en realidad, la famosa alocución radiofónica de Charles DE GAULLE era simplemente uno de varios puntos de partida para LA RESISTENCIA -, pero la victoria fascista les había obligado a cruzar la frontera para refugiarse y continuar su lucha contra el fascismo, ya que habiendo quedado a salvo del ejército fascista de Franco, en absoluto significaba aquello que habían conseguido la libertad. Más bien todo lo contrario, a juzgar por el trato inhumano recibido a su llegado a tierra francesa, siendo confinados en campos de concentración en las playas de Argeles-sur-mer, St. Cyprien y Barcares, encerrados entre estacas y alambres de púas, donde el abrigo, los suministros y la asistencia médica eran prácticamente inexistentes - otros que se autoproclamaban socialistas se enfrentaban entre ellos para hacerse con los tesoros robados al Patrimonio Español y pegarse la gran vida en sus exilios dorados de México, París o Londres -, amén de la estricta disciplina militar o la prohibición de prensa de izquierda. Claro que, otros tuvieron menos suerte, como los identificados como “rojos peligrosos” – anarquistas, comunistas y socialistas - que fueron llevados a la fortaleza de COLLIOURE y al campo LE VERNET como presos bajo régimen de trabajo forzado. En realidad, aquellos campos de acogida franceses, aunque no eran lugares para el exterminio, en su mayoría no tenían diferencia alguna con los campos de concentración nazis, según testimonio de sus huéspedes supervivientes.

Lucharon como valientes contra el fascismo franquista en España, pasaron miserias en Argeles, luego vinieron los nazis y los franceses se fueron a tomar por el saco, encontrándose fugitivos, entre dos fuegos, sin otra salida que echar manos a los fusiles que tiraban los soldados en retirada y vender cara su piel luchando en EL MAQUIS francés. Algunos, demasiados, acabaron siendo fusilados por los nazis, después de haber sido entregados por los esbirros franceses del general Petain en la localidad de ANNECY, como los españoles que aparecen en la foto…
Con la guerra europea en los talones y un enorme campo de habilidades industriales y agrícolas confinado en las playas, a los exiliados españoles se les dio la opción de dejar los campos, pero a condición de obtener un contrato de trabajo con los granjeros y patronos en régimen de “batallones de trabajo”, la legión extranjera o el ejército regular francés. Así las cosas, con la entrada de los nazis en París, el 14 de junio de 1.940, Francia quedaba dividida en zonas ocupadas y libres, pero estas últimas gobernadas por el régimen de VICHY del mariscal PÉTAIN, que bajo el lema de “trabajo, familia y patria”, no era sino la extensión del fascismo en todo el territorio francés. Por si ello no fuera suficiente todas las organizaciones sindicales y políticas fueron disueltas en favor de estructuras corporativas “orgánicas” de los patronos y de los empleados favorecidos por el fascismo, de tal manera que las clase altas y medias, las industrias, los propietarios de tierras y los profesionales de alto estatus social pasaron a ocupar los niveles de la administración de aquel régimen nazi que habían apoyado desde un principio, iniciándose la “caza del rojo” con la elaboración de listas de comunistas, anarquistas y socialistas, las cuales eran entregadas a la GESTAPO para que fueran enviados a sus campos de exterminio, tal y como explicamos en otro capítulo de la serie.
Así llegamos a la organización de LA RESISTENCIA FRANCESA – EL MAQUIS -, donde los repubicanos españoles fueron reconocidos como parte independiente pero integrante de la resistencia francesa dentro del Comité Nacional de Resistencia, llevando a cabo las mejores gestas que contribuyeron decisivamente a la liberación de aquella nación que tanto les había despreciado, humillado y vejado por ser “rojos peligrosos”, tal y como llegaría a reconocer, entre otros muchos, uno de los máximos responsables de LA RESISTENCIA en el área de TOULOUSE, Sergio RAVANEL: “Durante la Guerra de España nuestros camaradas habían adquirido el conocimiento que nosotros no teníamos; sabían hacer bombas; sabían montar emboscadas; tenían un conocimiento profundo de la técnica de la guerra de guerrillas y, además, su valor en el combate era inigualable”.
 Pues bien, uno de aquellos luchadores por la libertad de los pueblos fue el minero asturiano CRISTINO GARCIA GRANDA, al que me referiré a continuación, aunque de forma inevitablemente somera, como un homenaje personal a TODOS los luchadores republicanos españoles contra el fascismo, que en aquellas dramáticas situaciones preservaron la dignidad del nombre de España y de los españoles.

Terrorista para el franquismo y héroe nacional para Francia…, este LUCHADOR ANTIFASCISTA, llamado por las poblaciones de los Departamentos de GARD, de LOREZE y del ARDECHE, “el libertador de los tres departamentos”, era un mineros asturiano que está considerado por los historiadores como el más destacado héroe español de LA RESISTENCIA contra la ocupación nazi de Francia, al que se le debe la increible victoria de La Madeleine, además de la liberación de centenares de presos de la cárcel de NIMES y la toma de FOIX…
En efecto, CRISTINO GARCIA había nacido en el pueblín de El Ferrero, perteneciente al concejo asturiano de Gozón, el 3 de junio de 1913, ingresando en el Sindicato Minero de U.G.T y en las Juventudes Comunistas en el año 1.930, trabajando desde muy joven en las minas asturianas y participando muy activamente en la Revolución de Octubre de 1.934 en Asturias. El alzamiento fascista de 1.936 contra la República española le sorprende trabajando de fogonero en un barco en Sevilla, haciéndose con el mando del mismo después de un amotinamiento de la tripulación, para dirigirlo hasta Gijón y participar activamente en la guerra incivil española, alcanzando el grado de teniente en el XIV Cuerpo del Ejército Guerrillero, exiliándose en Francia tras finalizar la guerra donde fue internado en el campo de concentración de ARGELES-SUR-MER durante once meses, saliendo a trabajar a las minas con otros compañeros asturianos, andaluces, vascos y extremeños a las explotaciones de carbón en el Departamento de GARD, sin dejar un sólo momento sus actividades clandestinas, hasta dejar conformados, en 1.942, los primeros grupos guerrilleros que poco después constituirían la 21ª Brigada, perteneciente al XIV Cuerpo de Guerrilleros españoles, mandada por el propio CRISTINO, quedando integrado en LOS FRANC -TIREURS ET PARTISANS ( FTP ), fundados en el año 1.942 por el Partido Comunista Francés.
La primera gran azaña realizada por Cristino y su maquis fuera de las zonas habituales de actuación, causando un gran impacto en todo el MEDIODIA de Francia, fue el asalto a la Prisión Central de NIMES en la noche del 4 de febrero de 1.944; una cárcel considerada poco menos que inexpugnable al estar considerada como una de las más duras del país, donde se encontraban prisioneros cientos de patriotas resistentes. Sin embargo, la gran azaña donde CRISTINO mostraría sus dotes de auténtico luchador, disciplinado, con nervios de acero, y meticuloso hasta donde se posaban las moscas en la preparación de sus operaciones, sería en la batalla de LA MADELEINE, allá por el mes de agosto de 1.944.
Efectuado el desembarco de NORMANDIA, sus guerrilleros habían recibido la orden de no dejar circular a los nazis, aislándolos, cercándolos y combatiéndolos hasta que las fuerzas lo permitieran -Cristino y 35 maquis contra un ejército alemán de 2.000 hombres, todos ellos dotados de un potentísimo dispositivo bélico -, de tal manera que se les impidiese cualquier movimiento para evitar que los nazis se desplazasen al norte para reforzar las defensas nazis de NORMANDIA, donde a partir del 6 de julio se libraban las primeras y decisivas batallas para derrotar a HITLER. Al final, después de una cruenta batalla, aquella caravana motorizada de los nazis quedaba totalmente inmovilizada, sin poder avanzar ni retroceder, viéndose obligados a levantar la bandera blanca de la rendición, no sin antes de que el jefe nazi, teniente coronel KONRAD A. NIETZCHE, se desnudase para rociarse de gasolina y pegarse un tiro en la parietal, incapaz de afrontar el pánico de caer en manos de un puñado de guerrilleros españoles y avergonzados por haber capitulado ante tan insignificantes fuerzas. Aquello fue lo que motivó la frase del mismísimo EISENHOWER: “El esfuerzo de LA RESISTENCIA sobre el día D vale el de 15 divisiones regulares completas de un ejército”.
Después de la memorable batalla de LA MADELEINE, las tres brigadas que componían la División Armada mandada por CRISTINO GARCIA, quedarían concentradas en los alrededores de PRADES, muy cerca de la frontera española, donde conoce a Mimy Romanguera, hija de compatriota de la emigración, con la que se casaría unos meses más tarde, y regresar a España de manera clandestina el 19 de abril de 1.945 con la misión de organizar grupos de guerrilleros - la crudísima realidad fue que, cuando penetraron en España se encontró sin apoyos de ningún tipo, sin dinero, y sin los contactos que únicamente existían sobre los papeles de Carrillo, el cual sabía que en España no quedaba nada organizado porque todos habían escapado como ratas hacia su exilio dorado -,  para continuar la lucha contra el fascismo franquista, siendo detenido el 18 de octubre del mismo año en la Plaza Mayor de Madrid y trasladado a la D.G.S. donde fue torturado salvajemente, para acabar en la cárcel de CARABANCHEL, donde sería fusilado al 21 de febrero de 1.946, después de un consejo de guerra celebrado el 22 de enero en el Gobierno Militar de Madrid, todo él plagado de mentiras y falsas acusaciones, donde el abogado defensor trató de exculparle diciendo que había entrado en España engañado, a lo que interrumpió Cristino con su valentía caracterísitica que “él había venido a España perfectamente convencido a luchar contra el franquismo y que volvería a hacerlo cuantas veces fuera necesario. Es falso que nosotros somos gente engañada. Somos patriotas antifranquistas convencidos, que no hemos abandonado la lucha contra los verdugos y sus lacayos falangistas. Sé muy bien lo que me espera, pero declaro con orgullo que mil vidas que tuviera los volvería a poner al servicio de la causa de mi pueblo y de mi patria…” Es decir, que si muy difícilmente se hubiera salvado, con aquella declaración, la condena de aquel minero, símbolo de la resistencia francesa, teniente coronel del ejército francés, héroe nacional de Francia y no se sabe cuantas condecoraciones alcanzadas en su lucha encarnizada contra el fascismo, su CONDENA A MUERTE era más que segura… Desde este rincón de la cuenca minera asturiana, para que lo coloquen en su tumba, decirle a CHARLES DE GAULLE que nunca tantos han debido tanto a tan pocos.

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