viernes, 9 de septiembre de 2011

Aniversarios

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11 de setiembre
 Bombardeo al Palacio de La Moneda

Atentado a las Torres gemelas





    Dos mil novecientos setenta y tres muertos produjo el atentado terrorista contra las torres gemelas. No fueron avisados, es cierto, el ataque artero no les dió la posibilidad de rendirse, de evacuar. Tampoco la tuvieron los campesinos, mujeres, ancianos y niños vietnamitas, que cambiaron cuatro millones de vidas por cincuenta y cinco mil soldados estadounidenses. No la tuvieron los cien mil muertos de Irak, los miles de Afganistán, los que hoy mueren en Libia. No la tienen los niños palestinos.
    El terrorismo como accionar político es detestable. Fue criticado por Plejanov, por Lenin, Por Trotsky. Todo terrorismo es detestable, pero el terrorismo de estado, el terrorismo del Imperio, no puede ser equiparable con los métodos desesperados de sus víctimas. No se puede, desde la izquierda, justificar el accionar terrorista, con su secuela de muertes indiscriminadas, como no se puede avalar la hipocresía del olvido de otras muertes.
    Cuando los aviones estadounidenses de las FACH bombardearon el Palacio de La Moneda en Chile, aquel otro 11 de setiembre, sus ocupantes tuvieron la oportunidad, al menos formal, de rendirse, pero su dignidad se lo impidió. El compañero Presidente obligó a salir a los empleados y mujeres, entre ellas sus dos hijas, a la custodia presidencial de Carabineros, y resistió hasta último momento rodeado de un grupo de custodios del GAP. También éstos, finalmente, pudieron rendirse, para ser trasladados al cuartel de Tacna y desaparecer para siempre.
     Toda la historia de la humanidad está tramada por la violencia, pero es un ejercicio de lucidéz saber distinguir el legítimo derecho de los pueblos para ejercerla contra sus opresores, sus genocidas, sus invasores. Ni apología de la violencia ni justificación del terrorismo. Tampoco el pacifismo bobo, el poner la otra mejilla. Hay que ser realmente hipócritas para pedirles ésto a quienes toda su vida no han recibido sino bofetadas.
 "Bestias fueron los nazis en Europa, como bestias fueron los franceses en Argelia, como bestias fueron los belgas en el Congo, como bestias fueron los norteamericanos en Vietnam, porque es la propia naturaleza del imperialismo la que bestializa a los hombres, transformándolos en fieras sedientas de sangre, dispuestas a destruir, a borrar, cualquier intento de los pueblos por conquistar su libertad y su dignidad..." decía el Che Guevara.
    ¿Cuantos 11 de setiembre hay para recordar? ¿Cuántos 11 de setiembre deberán recordar los pueblos, todavía..?

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